13 de junio de 2022

Familia disfuncional de consumidores de sustancias adictivas

 

 

El círculo familiar  está caracterizado por adaptabilidad, participación, desarrollo, afectividad y la capacidad resolutiva entre todos sus participantes , pero para que exista un buen ambiente familiar funcional se necesitan hacer varios ajustes ante algunos procesos de cambio que llegan a ocurrir siendo estos para facilitar y promover la adaptación de cada participante de la familia durante diversas crisis familiares que suceden a lo largo del ciclo de vida, sin embargo, es posible que no ocurran reajustes y ocasionen alteraciones en el funcionamiento.

Por otro lado, existe la función familiar alterada y se caracteriza por la ausencia física y emocional de los padres, la deficiente calidad de vínculos entre los miembros de la familia, escases de relaciones positivas dentro del círculo familiar (falta de confianza, nulas demostraciones de afecto y la deficiente cercanía entre sus familiares.

Retomando lo anterior se sabe que la disfuncionalidad familiar hace que aumente el consumo de alcohol en los participantes más jóvenes de la familia y esto es preocupante ya que se al consumir alcohol a edad temprana ,puede agravar las consecuencias biopsicosociales como la dependencia al alcohol y la combinación con otras drogas, el riesgo de infecciones virales, enfermedades del hígado y páncreas e incluso la ejecución de relaciones sexuales sin protección y la consecuencia más popular que son accidentes automovilísticos.

Es importante mencionar que el consumo de sustancias toxicas y el abuso de alcohol implementa disfunción familiar., se han realizado estudios donde los resultados arrojan que las mujeres han sido víctimas de consumo excesivo de bebidas alcohólicas por la historia familiar de alcoholismo, violencia doméstica, percepción de relación con los padres, alcoholismo de la pareja, estados emocionales positivos y negativos  (Romero, 2011)

 

Ahora la pregunta es ¿Cómo es la vida de estas mujeres siendo hijas, esposas/pareja, madres en el ámbito familiar?

En distintos artículos se reportó que en la familia la mayoría de veces son los padres  los que tienden a ser alcohólicos , pero cuando  la madre es alcohólica las mujeres sienten un fuerte resentimiento u odio por el abandono afectivo durante la infancia , por otra parte, se menciona que las mujeres crecían confundidas porque su madre permanecía al lado del padre a pesar de su alcoholismo y violencia, también al vivir las situaciones mencionadas , se sigue un patrón el cual es continuar con una pareja cuyo consumo de alcohol es excesivo y toda acción agresiva se normaliza.  De una u otra forma en la mayoría de casos donde hay un familiar dependiente del alcohol prevalece la violencia en el hogar y si lo han vivido con anterioridad se les hace normal vivir situaciones así.

¿Qué pasa con la familia de consumidores de sustancias adictivas?

La revisión del contexto familiar actual muestra que en este grupo recaen exigencias sociales cada vez más fuertes, como: presión económica constante, incorporación de los padres a jornadas de trabajo excesivamente largas, decremento de las redes sociales que den el soporte en la crianza de los hijos, familias con núcleos incompletos, familias ensambladas y hogares unipersonales Cerrutti y Binstock (citado por Ruiz, Hernández y Vargas 2014). De esta manera, el usuario de sustancias adictivas no se enfrenta solamente a un ambiente sociocultural de poca supervisión, y permisivo hacia las drogas, sino que se desarrolla y convive dentro de un sistema familiar presionado por un contexto sociocultural complejo.

Asimismo, se reconoce que la familia, al ser las personas cercanas al adicto recibe las consecuencias directas de la adicción tales como: el deterioro de las relaciones familiares, hostilidad, desequilibrio afectivo y problemas de comunicación. De igual manera, el consumo de sustancias acarrea secuelas sociales, como el incremento de delincuencia, baja productividad, incremento de accidentes y mortalidad (Ruiz, Hernández y Vargas 2014).

Es decir, cuando hay un integrante familiar dependiente de alguna sustancia toxica se percibe que, en sus familias, cada integrante está más orientado a conseguir sus propios intereses, pero, presentan conflictos familiares de igual forma se considera que en su familia existe poco soporte afectivo y nunca hay actividades de desarrollo compartidas entre sus miembros.

Según Forselledo y Esmoris (2003) Existen tres grandes posibilidades para la disfuncionalidad familiar cuando existe un integrante consumidor de drogas o alcohol.

1. Mantenimiento del homeostasis sin tensiones: En estos casos, la familia no se da cuenta del consumo de drogas (no se entera), o no le interesa, o lo acepta, hasta que el caso se vuelve límite y aparecen trastornos de conducta graves, riesgo de vida, accidentes, delincuencia manifiesta y, a veces, la muerte. De lo contrario, no hay preocupación, ni búsqueda de ayuda, ni consideración de la disfuncionalidad.

2. Mantenimiento del homeostasis bajo tensión.

Se trata de mantener el equilibrio, una vez que ha percibido el consumo de drogas como una amenaza. La respuesta tenderá siempre a revertir la situación, dramatizando, sancionando al consumidor, condenándolo como enfermo o delincuente, incrementando el rigor de las reglas, pero sin comprender ni resolver el problema y sin que el consumidor deje de consumir o pueda entender algo de lo que le pasa (Forselledo y Esmoris 2003).

 

3. Ruptura del homeostasis. En estos casos, las respuestas de la familia son caóticas, complicándose no solo el mantenimiento de la integridad familiar, sino el manejo del miembro consumidor. La tensión es tan elevada que las respuestas son del tipo todo o nada. Así, pueden observarse actos violentos, expulsiones, o la incapacidad total para dar respuestas a la crisis. La familia en estas circunstancias puede, incluso, fragmentarse y desintegrarse definitivamente. Por otra parte, se han identificado, distintas respuestas del sistema familiar ante la aparición o descubrimiento del consumidor de drogas (Forselledo y Esmoris 2003).

 

Hay familias que "Dramatizan" la situación del consumo de drogas por parte de un integrante del grupo. Escandalizan, condenan al miembro señalado, buscan culpables, pero sin posibilidades de resolver el problema, también hay otras familias que "Minimizan" el problema, pues no consideran la enfermedad hasta que ésta se constituye como tal, tampoco resuelven la situación y llegan al extremo de negarla. (Forselledo y Esmoris 2003).

 

Referencias

 

Ahumada, J., Valdez, C., y Gámez, M.   (2017). El consumo de alcohol como problema de salud pública. Ra Ximhai, 13(2),13-24. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46154510001

Armendáriz, N., Yáñez, Ángeles., y Alonso, M. (2017). Funcionalidad familiar y consumo de alcohol en adolescentes de secundaria. Salud y drogas, 17(1),87-96. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83949782009

Forselledo, A., y  Esmoris, V. (febrero de 2003). sitio web. Obtenido de Consumo de Drogas y Familia Situación y Factores de Riesgo: http://www.iin.oea.org/cursos_a_distancia/lectura%2011_ut_1.pdf.

 

Romero, M. (octubre de 2011). Researchgate. Obtenido de https://www.researchgate.net/publication/279178198_Mujeres_y_Adicciones

Ruíz, A., Hernández, Ma., Mayrén, P., y Vargas, M. (2014). Funcionamiento familiar de consumidores de sustancias adictivas con y sin conducta delictiva. Liberabit20(1), 109-117. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S172948272014000100010&lng=es&tlng=es.

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