El círculo
familiar está caracterizado por adaptabilidad,
participación, desarrollo, afectividad y la capacidad resolutiva entre todos
sus participantes , pero para que exista un buen ambiente familiar funcional se
necesitan hacer varios ajustes ante algunos procesos de cambio que llegan a
ocurrir siendo estos para facilitar y promover la adaptación de cada
participante de la familia durante diversas crisis familiares que suceden a lo
largo del ciclo de vida, sin embargo, es posible que no ocurran reajustes y
ocasionen alteraciones en el funcionamiento.
Por otro lado,
existe la función familiar alterada y se caracteriza por la ausencia física y
emocional de los padres, la deficiente calidad de vínculos entre los miembros de
la familia, escases de relaciones positivas dentro del círculo familiar (falta
de confianza, nulas demostraciones de afecto y la deficiente cercanía entre sus
familiares.
Retomando
lo anterior se sabe que la disfuncionalidad familiar hace que aumente el
consumo de alcohol en los participantes más jóvenes de la familia y esto es
preocupante ya que se al consumir alcohol a edad temprana ,puede agravar las
consecuencias biopsicosociales como la dependencia al alcohol y la combinación
con otras drogas, el riesgo de infecciones virales, enfermedades del hígado y
páncreas e incluso la ejecución de relaciones sexuales sin protección y la
consecuencia más popular que son accidentes automovilísticos.
Es
importante mencionar que el consumo de sustancias toxicas y el abuso de alcohol
implementa disfunción familiar., se han realizado estudios donde los resultados
arrojan que las mujeres han sido víctimas de consumo excesivo de bebidas alcohólicas
por la historia familiar de alcoholismo, violencia doméstica, percepción de
relación con los padres, alcoholismo de la pareja, estados emocionales
positivos y negativos
Ahora la
pregunta es ¿Cómo es la vida de estas mujeres siendo hijas, esposas/pareja,
madres en el ámbito familiar?
En
distintos artículos se reportó que en la familia la mayoría de veces son los
padres los que tienden a ser alcohólicos
, pero cuando la madre es alcohólica las
mujeres sienten un fuerte resentimiento u odio por el abandono afectivo durante
la infancia , por otra parte, se menciona que las mujeres crecían confundidas porque
su madre permanecía al lado del padre a pesar de su alcoholismo y violencia,
también al vivir las situaciones mencionadas , se sigue un patrón el cual es
continuar con una pareja cuyo consumo de alcohol es excesivo y toda acción agresiva
se normaliza. De una u otra forma en la
mayoría de casos donde hay un familiar dependiente del alcohol prevalece la
violencia en el hogar y si lo han vivido con anterioridad se les hace normal
vivir situaciones así.
¿Qué pasa
con la familia de consumidores de sustancias adictivas?
La
revisión del contexto familiar actual muestra que en este grupo recaen
exigencias sociales cada vez más fuertes, como: presión económica constante,
incorporación de los padres a jornadas de trabajo excesivamente largas,
decremento de las redes sociales que den el soporte en la crianza de los hijos,
familias con núcleos incompletos, familias ensambladas y hogares unipersonales
Cerrutti y Binstock (citado por Ruiz, Hernández y Vargas 2014). De esta manera,
el usuario de sustancias adictivas no se enfrenta solamente a un ambiente
sociocultural de poca supervisión, y permisivo hacia las drogas, sino que se
desarrolla y convive dentro de un sistema familiar presionado por un contexto
sociocultural complejo.
Asimismo,
se reconoce que la familia, al ser las personas cercanas al adicto recibe las
consecuencias directas de la adicción tales como: el deterioro de las
relaciones familiares, hostilidad, desequilibrio afectivo y problemas de
comunicación. De igual manera, el consumo de sustancias acarrea secuelas
sociales, como el incremento de delincuencia, baja productividad, incremento de
accidentes y mortalidad (Ruiz, Hernández y Vargas 2014).
Es decir,
cuando hay un integrante familiar dependiente de alguna sustancia toxica se
percibe que, en sus familias, cada integrante está más orientado a conseguir
sus propios intereses, pero, presentan conflictos familiares de igual forma se considera
que en su familia existe poco soporte afectivo y nunca hay actividades de
desarrollo compartidas entre sus miembros.
Según Forselledo y Esmoris (2003) Existen tres
grandes posibilidades para la disfuncionalidad familiar cuando existe un
integrante consumidor de drogas o alcohol.
1.
Mantenimiento del homeostasis sin tensiones: En estos casos, la familia no se
da cuenta del consumo de drogas (no se entera), o no le interesa, o lo acepta,
hasta que el caso se vuelve límite y aparecen trastornos de conducta graves,
riesgo de vida, accidentes, delincuencia manifiesta y, a veces, la muerte. De
lo contrario, no hay preocupación, ni búsqueda de ayuda, ni consideración de la
disfuncionalidad.
2.
Mantenimiento del homeostasis bajo tensión.
Se trata
de mantener el equilibrio, una vez que ha percibido el consumo de drogas como
una amenaza. La respuesta tenderá siempre a revertir la situación,
dramatizando, sancionando al consumidor, condenándolo como enfermo o
delincuente, incrementando el rigor de las reglas, pero sin comprender ni
resolver el problema y sin que el consumidor deje de consumir o pueda entender
algo de lo que le pasa (Forselledo y Esmoris
2003).
3. Ruptura
del homeostasis. En estos casos, las respuestas de la familia son caóticas,
complicándose no solo el mantenimiento de la integridad familiar, sino el
manejo del miembro consumidor. La tensión es tan elevada que las respuestas son
del tipo todo o nada. Así, pueden observarse actos violentos, expulsiones, o la
incapacidad total para dar respuestas a la crisis. La familia en estas
circunstancias puede, incluso, fragmentarse y desintegrarse definitivamente.
Por otra parte, se han identificado, distintas respuestas del sistema familiar
ante la aparición o descubrimiento del consumidor de drogas (Forselledo y Esmoris 2003).
Hay
familias que "Dramatizan" la situación del consumo de drogas por
parte de un integrante del grupo. Escandalizan, condenan al miembro señalado,
buscan culpables, pero sin posibilidades de resolver el problema, también hay
otras familias que "Minimizan" el problema, pues no consideran la
enfermedad hasta que ésta se constituye como tal, tampoco resuelven la
situación y llegan al extremo de negarla.
(Forselledo y Esmoris 2003).
Referencias
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de salud pública. Ra Ximhai,
13(2),13-24. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46154510001
Armendáriz, N., Yáñez, Ángeles., y Alonso, M. (2017).
Funcionalidad familiar y consumo de alcohol en adolescentes de secundaria. Salud y drogas, 17(1),87-96. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83949782009
Forselledo, A.,
y Esmoris, V. (febrero de 2003). sitio
web. Obtenido de Consumo de Drogas y Familia Situación y Factores de
Riesgo: http://www.iin.oea.org/cursos_a_distancia/lectura%2011_ut_1.pdf.
Romero, M. (octubre
de 2011). Researchgate. Obtenido de https://www.researchgate.net/publication/279178198_Mujeres_y_Adicciones
Ruíz, A., Hernández, Ma., Mayrén, P., y
Vargas, M. (2014). Funcionamiento familiar de consumidores de sustancias
adictivas con y sin conducta delictiva. Liberabit, 20(1),
109-117. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S172948272014000100010&lng=es&tlng=es.
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