En la
actualidad se habla mucho sobre el abuso de sustancias entre los jóvenes, pero poco sobre el adulto mayor, en muchas
ocasiones trae ya antecedentes de alcoholismo,
que al llegar a la vejez pueden tener lesiones irreversibles en el hígado, lo cual sumado a que sigue consumiendo
bebidas alcohólicas en exceso pone a este paciente en menores condiciones de
resistencia a las enfermedades, por lo que todos los aparatos y sistemas del
organismo se afectan. También se debe tomar en cuenta que la
combinación del consumo de alcohol con algunos medicamentos ocasiona interacciones a
veces graves como sería el caso de un diabético que toma hipoglucemiantes
orales, pues lo pueden llevar hacia la muerte.
Antiguamente se decía que la
adicción a los fármacos en los ancianos
casi prácticamente no existía, (Lozano Arturo 1992), excepto los psicotrópicos
que si pueden causar alguna dependencia. Podemos identificar este consumo
atraves de muchas alteraciones en movilidad, temblores, somnolencia,
alucinaciones, etc. y esto se da por abuso irracional y excesivo de
psicotrópicos asociado a tranquilizantes e hipnóticos. De hecho muchas personas
mayores con cuadros supuestamente psiquiátricos mejoran o se curan con la
supresión de estos medicamentos.
Actualmente los adultos
mayores son personas que en muchos casos empezaron a consumir drogas desde su
juventud, como los baby boomer, a partir de esa generación es más notorio el
cuadro de adicción a sustancias, así como en generaciones posteriores.
También existe la sobredosis
accidental de medicamentos por parte del adulto mayor, quien al no tener buena
memoria, olvida que ya tomo los medicamentos que le fueron recetados por el
médico, y los vuelve a tomar por lo que llega a urgencias con un cuadro por
sobredosis que puede llegar a tener consecuencias fatales.
Existe otra población de adultos mayores que
al sentir que se les acumulan los achaques por la edad recurren a la
automedicación sin buscar el apoyo de los servicios médicos-asistenciales.
Y existe otro tipo de adultos
mayores que se preocupan demasiado ante cualquier alteración de su organismo y
recurren al médico constantemente exigiendo
pastillas o medicamentos para curar sus males y obligar al médico a recetarlos
con demasiados riesgos para su curación.
En muchas ocasiones muestran
cuadros de ansiedad y piden tranquilizantes que pueden llevar al paciente
geriátrico a mayor agitación y desorientación.
Por eso es recomendable que
esta persona tenga muy buena atención geriátrica, además de ser constantemente
monitoreados por algún familiar o de preferencia de ser posible por un cuidador
profesional, a fin de evitar que se alteren sus funciones, tanto social como
emocionalmente, que exista cooperación y comunicación dentro de la familia, y
que pueda llevar a cabo actividades lúdicas tales como, juegos de mesa o
lectura en voz alta por un cuidador o pariente para estimular los aspectos cognoscitivos,
y la atención de su estado de ánimo, e incluso puede llegar a mostrar una
disminución en su agitación, disminución de reacciones hipocondriacas, del
deterioro mental severo y de las tendencias al suicidio.
Bibliografia: Introduccion a la Geriatria Lozano Arturo.