17 de septiembre de 2014

Solo falta una semana para nuestro evento anual !!No faltes!!

Fecha: 24 de Septiembre 2014

Horario: De 9 a 16 hrs

Lugar: Auditorio C, UPN Ajusco

Carretera al Ajusco núm. 24, Col. Héroes de Padierna, Del. Tlalpan. CP. 14200, D.F.

Horario:
De 9 a 18 hrs.

Se entregara constancia de asistencia
¡¡Te esperamos!!

11 de septiembre de 2014

16° Congreso Internacional en Adicciones

Los Centros de Integración Juvenil, por medio de Tacha las Adicciones extienden la invitación para asistir al:
 16° Congreso Internacional en Adicciones
XXVI Conferencia Mundial de Comunidades Terapéuticas

El evento se llevará a cabo del 5 al 7 de Noviembre del 2014 en Cancún, Quintana Roo y contará con la presencia de expertos en el tema de adicciones y salud.

Para mayor información visita:  http://www.cij.gob.mx/wftc2014/index.html#



También habrán talleres precongreso


10 de septiembre de 2014

X Jornadas sobre prevención de tabaquismo, alcohol y otras adicciones

El equipo de tacha las adicciones les hace una cordial invitación para que asistan a su evento anual, no faltes, !!te esperamos!!
No olvides inscribirte vía telefónica o por correo electrónico 




9 de septiembre de 2014

La escuela con relación al problema actual de las drogas

Norma Rasso Sánchez 

En la actualidad el problema de las drogas no solo se ha incrementado en forma alarmante sino que forma parte de la vida diaria de muchos seres humanos, sin embargo dentro del ámbito escolar, el tema no parece dentro de los planteamientos educativos, por lo que los educadores han tomado una serie de posturas diversas.

Eso en parte se debe a que el tema de las drogas aun en la década de los 90´s sigue siendo un tema de controversia, tabú  e incluso amenazador para padres, maestros e incluso para los mismos alumnos.
Pero a pesar de ello no podemos negar que el problema de las drogas está presente en la escuela desde hace mucho tiempo, en este sentido la escuela ha mantenido una actitud poco activa.

Esto a  pesar de que las  drogas afectan claramente a la escuela, entre otras razones porque:

  •       El niño y el maestro viven en una sociedad de drogas.
  •       Las drogas están ya dentro de las escuelas  y los alumnos están familiarizados con las drogas legales sobre todo el alcohol y el tabaco. Además de que en México muchas escuelas sirven como centros de distribución de drogas ilegales como la marihuana e inhalantes.
  •       La edad de inicio en el consumo de drogas disminuye en una porción considerable de sujetos lo hace entre los 10 y 15 años. Precisamente  en la edad escolar
  •       Las drogas intervienen con el aprendizaje y con el desarrollo educativo de los alumnos.


Por todo lo anterior, si la escuela prescinde en su tarea de la problemática de las drogas, renuncia a su objetivo básico: el desarrollo integral de la persona.

¿Hasta qué punto podemos decir que existe trafico de drogas en las escuelas?

En México, la incidencia de abuso de inhalantes en las escuelas primarias de los barrios marginados es un hecho reiteradamente demostrado.

Aunque esta invitación no suele venir  a través del traficante estratégicamente  colocado en la puerta del colegio, como a veces se acostumbra pensar.

Se trata de una transmisión de experiencias dentro del medio escolar, a través de los compañeros, sin necesidad de agentes externos.

¿Qué ventajas tiene la escuela para la prevención del  abuso de las drogas?

Sin olvidar los graves problemas con que se enfrentan las escuelas, podemos señalar una serie de ventajas:

  •  El niño asiste a la escuela precisamente en la edad en que resulta más educable, por una parte y más vulnerable a las drogas por la otra.
  • El niño pasa mayor  parte de su vida y del tiempo en la escuela u ocupado en actividades escolares.
  • El niño está confinado a unas personas, en principio, preparadas para educarlo con los medios adecuados.
  • El maestro tiene la posibilidad de organizar los programas adecuados a cada nivel, con fácil acceso a los alumnos y la posibilidad de tratar el tema de drogas con espontaneidad a través de los temas de clase y a lo largo de todo el curso.
  •  La escuela fácilmente puede obtener la colaboración de las instituciones sociales, sanitarias y educativas de la comunidad en que está integrada.
  • La escuela puede conseguir fácilmente la detección precoz de aquellos alumnos con mayor riesgo de ser adictos a alguna sustancia química, ya que el trato cotidiano y el conocimiento y contacto con los alumnos


La escuela puede además orientar y llevar a cabo alternativas más atractivas y motivantes para prevenir las dependencias químicas.

¿Qué hace en las escuelas este problema?

Actualmente no existen planteamientos serios ni una apolítica educativa definida. Encontramos por esto diferentes respuestas supuestamente educativas. Mientras unas escuelas organizan pláticas antidrogas otras niegan el problema en un esfuerzo por enfrentarse a la falta de formación e información de los maestros. Por supuesto el problema aparece en torno a las drogas ilegales.
Falta en muchos centros una búsqueda seria de programas adecuados para estos problemas.

Esta pobre conciencia de los maestros refleja la falta de conocimientos del grupo social en general. El maestro  no debe culpabilizarse  por su falta de información. Pero si debe sentirse responsable y buscar aprender sobre un fenómeno que se desborda; que aparece frente a sus ojos y le inquieta todos los días y al mismo tiempo, debe tratar de aportar soluciones.

¿Por qué en general existe tan poco interés por parte de los maestros?

Además de las limitaciones que encuentra el maestro en su labor educativa, el maestro no ha recibido una educación sobre  salud mental en relación a este tema, y el buscar una respuesta le puede constituir una carga extra a sus preocupaciones y trabajos. Además hasta ahora no ha existido una inquietud ni orientación por parte de los responsables de la educación. También hay que constatar la existencia de maestros sin interés alguno por lo educativo.

¿Podemos esperar del maestro una educación que él no ha recibido?

Por supuesto que nadie puede dar lo que no tiene, la meta ahora es aprender todos juntos en una sociedad cambiante que nos enfrente a un nuevo reto.

Por lo tanto el primer paso que debe darse para que el maestro pueda educar, es concientizar; el segundo es proporcionarle  los medios adecuados para su tarea educativa. Solo así podremos esperar que el  maestro sea un educador eficaz para los niños en el tema de las drogas.

¿Confían los alumnos en sus profesores en relación con el tema de las drogas?

En general como lo muestran muchos estudios, los estudiantes prefieren la información que les viene de sus amigos y de antiguos consumidores de droga, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta la falta de información de los maestros en general y el miedo a tratar en clase estos temas.

En un estudio realizado las fuentes de información fueron las siguientes:

  • ·         Los padres
  • ·         Los profesores
  • ·         La prensa
  • ·         El cine, la tv
  • ·         Los amigos
  • ·         Los libros
  • ·         Las charlas y conferencias
  • ·         Compañeros de trabajo

En otros estudios puede verse como los estudiantes implicados en problemas de drogas, recurren preferentemente a los amigos y antiguos consumidores, antes que a los padres y profesores. El uso de drogas, estupefacientes y alcohol va aumentando en nuestra juventud, especialmente en dos grandes grupos, tanto los que están fracasando en nuestro sistema educacional como los que ven la relación del sistema educacional con su vida o con los problemas del mundo.

La OMS, por su parte (boletín núm., 20, pág. 42) señala el retaso en el desarrollo personal  como uno de los factores asociados, en mayor o en menor grado, con el uso regular de las drogas. Se refiere a la situación de los individuos rezagados con respecto a sus compañeros en el logro de los objetivos que su medio cultural exige para pasar a la edad adulta.

Este proceso de desarrollo implica conseguir una personalidad y un sentimiento de realización personal, de independencia propia estima; dar a la vida una felicidad y un sentido; desarrollar la aptitud  para relacionarse con los demás. El fracaso en cualquiera de estos aspectos provoca una imagen negativa de sí mismo, una mala relación con los compañeros y/o adultos, ausencias escolares, bajo nivel de aspiraciones y realizaciones y rechazo de numerosos valores de la sociedad.

¿Cómo podemos hacer consciente a los profesores de la importancia de esta tarea?

En primer lugar hay que proporcionarles, de la forma que se a posible, información objetiva sobre el problema de las drogas para la educación del niño. El maestro quiere la mejor  formación de sus alumnos, si tiene a mano los recursos adecuados, no dudara en utilizarlos. Esta responsabilidad ante el problema debe cultivarse durante la formación, para el ejercicio del magisterio. Por lo que resulta imprescindible la materia de (orientación en dependencias químicas en adolescentes) en su formación.

En cuanto a los maestros en ejercicio, habrá que ofrecerles medios de actualización, tales como cursos, seminarios, conferencias, publicaciones, así como facilidades económicas y de tiempo para su participación en ellos.

¿Qué aspectos debe abarcar esta formación?

No creemos que el maestro deba ser especialista en el campo de las drogas para poder actuar con eficiencia. Junto a unos conocimientos  elementales sobre el tema, conviene ante todo que posea una serie de valores, actitudes y hábitos básicos sobre las drogas para poder ser educador.
Ya en 1972 la UNESCO proponía:

  • La educación sobre la drogas debe formar parte de todo el programa de formación que preparan individuos  para profesionales relacionadas con el bienestar físico, mental y social de otras personas
  •  Todos los estudiantes deben tener la posibilidad de cursar estudios sobre drogas
  • Los estudiantes mismos y las organizaciones juveniles deben desempeñar un papel activo y positivo en la lucha contra las mismas (UNESCO)

Acerca de si la educación sobre drogas debería de estar en manos de especialistas.
En cuanto al médico o una persona ajena a la escuela la educación no puede estar bajo su responsabilidad, aunque en momentos concretos pueden colaborar.
Si nos referimos a maestros, psicólogos trabajadores sociales, etc.
Que trabajan en la escuela y que están especialmente preparados