El mobbing se considera un tipo de estresor
social, conflicto laboral o violencia de manera individual, distinta de la
violencia sexual, racial o física que se ejerce sobre una persona o grupo de
personal en un contexto laboral. El mobbing puede ir desde las críticas
injurias, calumnias hasta amenazas y actos violentos
Fue en 1976 con el libro The Harassed Worker
por el psiquiatra americano Caroll
Brodsky, donde relatan por primera vez los casos típicos por acoso
psicológico en el trabajo, destacando las consecuencias negativas sobre la
salud mental, física y el rendimiento del trabajo, así mismo haciendo énfasis
en que las víctimas eran solo la punta del iceberg.
Para entender un poco más el mobbing, debemos
decir que el conflicto empieza desde fuera del contexto particular del trabajo,
con los
estresores sociales que son ajenos al trabajo pero influyen en él, le
siguen los conflictos laborales y las injusticias organizativas propias
de la institución laboral, donde las normas y la organización de la misma puede
causar conflictos en las relaciones y el ambiente de trabajo, por último se
encuentran las conductas de hostigamiento y la victima de mobbing, en cuya
persona o grupo de ellas se deposita el descontento y agresión producido por
los agentes mencionados.
“El mobbing tiene el
potencial de infringir un daño emocional extremo que conduce a cuadros
psíquicos y físicos severos e incapacitantes, que incluyen la muerte. En las
personas que han sido víctimas de mobbing se han detectado enfermedades
relacionadas con el estrés; desorden general de angustia e, incluso, el
síndrome de estrés post traumático, propio de quienes han sido víctimas de
episodios de terror y tortura. Además, el mobbing deteriora todo el
entramado de las relaciones sociales de solidaridad y cooperación en las
organizaciones donde es prevalente, ocasionando desmotivación, estados crónicos
de descontento e insatisfacción generalizada”
Es necesario mencionar que al igual que el
bullying, el mobbing se caracteriza por ser un acto de agresión reiterado y
consecutivo hacia una persona o grupo de ellas cuyo poder o fuerza es menor que
el victimario, creando así una relación de poder desproporcionada del mismo
modo que sentimientos de inseguridad, ansiedad perdida de la concentración,
malestares físicos, agotamiento, depresión para la víctima.
Respecto del consumo de drogas y como
sabemos, una adicción es desencadenada en parte por razones emocionales
vinculadas al contexto de que nos rodea. En el caso del mobbing como se ha
mencionado, es causa de ansiedad, preocupación, inestabilidad emocional y daños
psicológicos que bien pueden desencadenar en la incitación del consumo de sustancias.
Por otro lado el consumo de drogas puede también
darse como una vía de pertenencia al grupo laboral, ya que en el intento de
socializar y pertenecer la persona puede ingerir sustancias, si además de esto,
sumamos la baja autoestima, inseguridad en uno mismo y la ansiedad tenemos como resultado a una
persona potencialmente en riesgo de volverse adicto a cualquier droga.
¿Consideras que eres víctima de mobbing?
puedes consultar el manual LIPT-60 que te ayudará mediante un cuestionario saber si eres o no víctima
de acoso y violencia en tu contexto laboral.
Referencias:
Saint
Martin, F y Sánchez Díaz, S. (2006) El mobbing y su impacto en la
salud. Escuela nacional de antropología e historia. Centro de
investigaciones y estudios superiores en antropología social: México.
Soler Sánchez, M. (2008). En las
consecuencias y efectos del mobbing. La evaluación de los factores de riesgo
psicosocial del trabajo en el sector hortofrutícola: el cuestionario FAPSHIOS.
Universidad de Murcia.