14 de febrero de 2019

ADICTOS AL AMOR


Las personas que se vuelven adictas al amor, debido a antecedentes de abandono de sus cuidadores primarios. Los adultos adictos al amor, generalmente son reconocidos como los niños que no cumplían sus necesidades de validación, amor y relación con uno o ambos padres.

Esto puede afectar a su autoestima de forma espectacular en la vida adulta. Es el resultado de un miedo consciente de abandono y un miedo subconsciente y subyacente de la intimidad. Para un adicto al amor, la intensidad en una relación es a menudo confundida con la intimidad.

La adicción al amor o codependencia se refiere a la obsesión que se puede padecer hacia:
Una persona: En el primer caso puede ser tanto una pareja como un hijo o un padre. El adicto siente que no puede vivir independientemente de la otra persona y lo lleva a tener actitudes posesivas. Es posible que la dependencia sea mutua y sea prácticamente imposible el desarrollo personal.

Hacia una relación: Las personas adictas a la idea de estar en una relación no se preocupan tanto por quién sea la persona, sino por tener pareja en sí. Pueden cambiar de pareja constantemente, o por el contrario, aferrarse a relaciones negativas.

Hacia el romance: Personas adictas a los romances pasajeros, aventuras apasionadas, etc. Les interesa la seducción y la conquista, pero al poco tiempo se cansan. Puede ser resultado de la fantasía, de la inmadurez o del subdesarrollo afectivo.

Los adictos al amor como los adictos a cualquier sustancia o hábito, pasan mucho tiempo esforzándose por la persona a la que son adictos. Estas personas, valoran el amor hacia el otro por encima de sí mismos, y su enfoque en el amado es obsesivo.

Este comportamiento hace que los adictos al amor se descuiden a sí mismos de diferentes maneras, como abandonar aspectos importantes de sus vidas y el bienestar de mantenerse conectado con otras cosas o valores.

La adicción al amor no necesariamente pertenece solo a las relaciones románticas o sexuales. Es posible que una persona se relacione como un adicto al amor con sus amigos, los niños, patrocinadores, líderes o figuras religiosas, incluso con personas que nunca ha conocido, como las estrellas de cine.

Un adicto al amor, cuando tiene una relación, se involucra demasiado en ella, hasta tal punto de que se descuida a sí mismo constantemente.

El núcleo de fantasía de un adicto al amor es la expectativa de que alguien más puede resolver sus problemas, tenga una consideración positiva incondicional sobre él en todo momento, y le cuiden.

La pareja o la otra persona consideran que los adictos al amor son también su centro de atención. Cuando no se cumple con esta necesidad irreal, los adictos al amor pueden verse resentidos, y pueden crear conflictos en sus relaciones con los demás.
Para los expertos de Tuotromedico.com la adicción al amor es una patología que comienza cuando se idealiza tanto al otro que se le convierte en un ser divino, en la única persona que nos puede proporcionar felicidad. Este tipo de pensamientos y sentimientos son normales al principio del enamoramiento, pero lo normal es que den paso a una relación de igual a igual y no de dependencia.

“Obsesionarse por una persona o una relación es síntoma de adicción”
Tipos de adicción al amor

Brian Earp, profesor del Centro de Neuroética de la Universidad de Oxford, y su equipo han revisado 64 estudios de amor y adicción publicados entre 1956 y 2016 y han definido dos tipos del trastorno que destruyen vidas y familias.

Adicción al amor estrecha.

Las personas que se sienten desesperadamente solas cuando no están en una relación y tratan de reemplazar a su ex-pareja inmediatamente después de la ruptura podrían padecer lo que el equipo ha llamado una forma “estrecha” de adicción al amor.

A estas personas les resulta difícil controlar el fuerte deseo que sienten de estar siempre cerca del objeto de su afección. A menudo desarrollan pensamientos y comportamientos obsesivos, lo que puede llevar al acoso o incluso al asesinato.

Al igual que otros tipos de adicciones, como las de las drogas, este comportamiento está desencadenado por procesos anormales en el cerebro que impulsan señales de recompensa.

“Esta adicción inunda el cerebro de dopamina, causando una señal inusualmente fuerte de recompensa”, lo que hace que las personas persigan al objeto de su pasión buscando una nueva dosis de la hormona dopamina. A menudo esto destruye sus otros lazos sociales, así como afecta negativamente su carrera y su desarrollo personal.

Adicción al amor amplio

El segundo tipo de adicción, el “amplio”, es menos peligroso y más común. En general, esta ligera forma de adicción no es muy distinta de las relaciones ‘saludables’, pero se caracteriza por deseos y obsesiones más fuertes, aunque controlables.

En esta categoría se observa un comportamiento similar al de los adictos a las drogas, una oleada de euforia después de cada encuentro, seguida de desesperación, angustia y depresión cuando las relaciones llegan a un final abrupto. Algunos investigadores no consideran este tipo de conducta una adicción, porque experimentar estas emociones no siempre es malo para una persona.


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