15 de enero de 2015

Autoestima, conductas autodestructivas y el consumo de drogas

Cuando hablamos de autoestima esta se define como la experiencia  fundamental  de que podemos llevar una vida significativa y cumplir sus exigencias. La autoestima es la confianza en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos de la vida, en la confianza y en nuestro derecho a triunfar y ser felices y  respetables.

Sin embargo en el caso del adicto encontramos que tiene baja autoestima o por el contrario las personas con baja autoestima son más vulnerables a consumir algún tipo de sustancia, debido al placer momentáneo que producen ciertas drogas, aunque esto afecte su salud y les provoque la adicción.

Así las investigaciones han mostrado que las personas que perseveran en una tarea muestran una alta autoestima, y quienes desertan rápidamente, suelen tener y alimentar su baja autoestima.


“Si persevero es más probable que tenga éxitos que fracasos”


Si me respeto y exijo a los demás que me traten con respeto, me mostraré y comportaré de manera que aumente la probabilidad de que los demás respondan de forma apropiada.
En los adictos no existe un respeto por uno mismo y tampoco por los demás  con lo que podríamos  interpretarlo  si no me respeto a mí mismo y acepto la falta de respeto, el abuso, o acepto que los demás me exploten de forma natural, transmitiré inconscientemente este trato.

El valor de la autoestima radica no solamente en el hecho de que nos permite sentir mejor sino en que nos permite vivir mejor.

El nivel de nuestra autoestima  tiene profundas consecuencias en cada uno de los aspectos de nuestra existencia, en la forma de actuar en el trabajo, en el trato con la gente, en el nivel que tenemos, en el plano personal, en la persona de la que nos enamoramos, en la forma de relacionarnos con nuestro cónyuge, con nuestros hijos, amigos y en el nivel de felicidad personal que alcancemos.



Sin embargo podemos encontrar que existen correlaciones positivas entre una autoestima saludable y otros varios rasgos que están relacionados directamente con nuestra capacidad para conseguir lo que nos proponemos y  conseguir la felicidad. Una autoestima saludable se correlaciona con la racionalidad, el realismo, asertividad, con la creatividad, la independencia, la flexibilidad  y la capacidad para aceptar los cambios, así como la disposición para cooperar y corregir los errores.

En el adicto encontramos una baja autoestima que muestra irracionalidad y ceguera ante la realidad, con la rigidez del miedo a lo desconocido, con una rebeldía poco apropiada y una conformidad inadecuada,  estar a la defensiva, con miedo a la hostilidad de los demás.
Las personas con baja autoestima ven una amenaza en los demás, por lo que enfocan sus relaciones personales con una expectativa automática de rechazo o humillación, en una relación romántica por ejemplo: existe el miedo a no sentirse merecedor del amor y el pensar que estamos destinados a sufrir.



Así en todo los ámbitos de las vida, la persona con baja autoestima, se considera poco merecedor, poco capaz o incapaz de lograr una meta, de recibir y comete acciones que lo denigran aun mas, siendo el consumo de algún tipo de drogas o las conductas de riesgo o autodestructivas lo que alivian el dolor que le produce el rechazo, la humillación, la  soledad  y otros sentimientos negativos.



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