Parejas homoparentales, comunidad LGBT y adicciones.
Las familias homoparentales se
integran por dos personas del mismo sexo que constituyen un núcleo familiar formal, para apoyarse, engendrar,
adoptar, educar y convivir con hijos reconocidos como tales por el
Estado y la sociedad. En el caso de las familias homoparentales se rompe el esquema de
la familia tradicional en el que hay un hombre y una mujer, además de que los
niños adoptados por estas parejas no podrán desarrollarse de forma normal e incluso
pueden volverse problemáticos, tener trastornos psiquiátricos o volverse
homosexuales
Por otra parte,
la especialista señaló que hoy en día existe el fenómeno que se conoce
como “prejuicio encubierto” porque actualmente se considera
políticamente correcto decir que la homosexualidad está bien, sin embargo, al
hablar de los derechos al matrimonio y adopción que tienen estas parejas
todavía hay prejuicios, muchos de ellos basados en miedo y desconocimiento de
que las y los niños pueden pasar un mal momento. No obstante, la evidencia científica
de la Asociación Psicológica Americana ha desmentido estos argumentos y no han encontrado diferencias
entre los niños adoptados por parejas homoparentales y heterosexuales.
En
todo México, la mitad de los hogares lésbico-gay viven con sus hijos, lo que
equivale a 105 mil 116 hogares homoparentales. Los estados con la menor
presencia de parejas homoparentales fueron Veracruz, Quintana Roo, Yucatán,
Coahuila y Ciudad de México con cifras de 48.8% a 38.2%. En el otro extremo,
con mayor presencia, se ubicaron Aguascalientes, Guerrero, Chiapas, Sonora y
Durango, con datos de 72.1% a 61.1%. De nuevo, al analizar las cifras
absolutas, el panorama es otro. Los estados con menor cantidad de hogares
lésbico-gay con hijos menores de 18 años fueron Baja California Sur, Campeche,
Colima, Nayarit y Tlaxcala, con entre 664 y mil 181 hogares. Los estados con
mayor cantidad fueron Estado de México, Jalisco, Ciudad de México, Veracruz y
Puebla, con 5 mil 259 hogares a 15 mil 950.
Sin embargo es
la Ciudad de México donde menos parejas del mismo sexo cohabitan con hijos.
Esto es paradójico, pues se trata de la entidad donde existen más políticas y
programas de prevención de discriminación, y donde los cambios legislativos
progresistas han marcado la pauta para el resto del país. Quizá sea resultado
del surgimiento de nuevos arreglos familiares estructurales que a veces son
sesgos en el momento de encuestar. Al mismo tiempo, es preocupante que existan
estados donde la mayoría de las parejas lésbico-gay cohabita con sus hijos,
pero sus derechos no son reconocidos en el marco jurídico local.
Los factores propician
altos niveles de estrés asociado con la
discriminación social en las personas os homosexuales, y en general las
personas LGBT, pueden verse expuestas a factores de riesgo adicionales que consecuencia, son factores
que pueden favorecer la aparición de adicciones que aumentan la probabilidad de
utilizar el alcohol, la cocaína y otras drogas. Hay que tener en cuenta que,
estructuras tan esenciales como la familia, el trabajo, o los amigos, han
supuesto en muchos casos grandes obstáculos a la hora de exteriorizar con
libertad su identidad sexual. El miedo
al rechazo y la discriminación
social sobre todo a formar una familia se convierten pues en elementos disparadores del estrés en
estas personas. Este aumento del estrés está asociado con la noción
predominante de que las personas que no son heterosexuales son, de alguna
manera, inmorales o indeseables en base a su “elección”.
El caso de la población joven LGBTI
es una población con mayor riesgo frente al suicidio, el abuso de sustancias y
la depresión (ver Barreto, Sandoval & Cortés, 201037; Rocha-Buelvas,
201538). Al respecto, vale la pena reiterar que la población joven LGB
(lesbiana, gay y bisexual) tiene entre 1.5 y 3 veces más ideación suicida que
otros jóvenes no-LGB (o heterosexuales).39
Debe tomarse en
consideración que el derecho a la salud de las personas LGBTI donde también se
atienda de manera integral la existencia de los estigmas, discriminación y
violencias que tienen lugar dentro de los sistemas de salud, así como por las
consecuencias que lo anterior tiene tanto en la salud física, mental y
emocional de dicha población
Otros datos entre
los ambientes más comunes para el uso de drogas, se encentraron con mayor
frecuencia las reuniones caseras y las fiestas privadas como se puede observar
en la Gráfca 7. El consumo en la mayoría de ambientes sigue el mismo patrón
observado en las Gráfcas 5 y 6, a excepción de las “citas para sexo” donde es
mayor el uso de poppers, medicamentos para la erección y cloruro de etilo.
Un estudio
realizado en la Universidad Autónoma de México (UAM) El estudio fue realizado
en junio de 2007 por los maestros Luis Ortiz Hernández y María Isabel García
Torres, del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco llamado
“Efectos de la violencia y la discriminación en la salud mental de población
LGBTI de la Ciudad de México, reveló que uno de cada cinco bisexuales y
homosexuales (hombres y mujeres) presentan riesgo de tener alcoholismo, quienes
consideraron alarmante el fenómenos pues la frecuencia de alcoholismo
presentada por las mujeres bisexuales y homosexuales encuestadas es siete veces
mayor a la reportada en otros grupos de mujeres.
Las cifras
de ese análisis muestran que en los varones bisexuales y homosexuales la
frecuencia del alcoholismo fue de 17 por ciento, mientras que en las mujeres
bisexuales y lesbianas ascendió a 21 por ciento en un universo de 506
entrevistas. Más allá de las cifras, los homosexuales que se han reconocido
alcohólicos y asisten a grupos de doble A, explican, con su experiencia de
cuando eran adictos hace años, que en sus fiestas o reuniones el alcohol y las
drogas abundan al igual que en una reunión de heterosexuales, pero con
ingredientes físicos y psicológicos especiales.
El concepto de
familia homoparentales es prácticamente reciente, lo que genera algunas dudas,
incertidumbres y desconocimiento sobre todo de los que ejercen violencia o no
están de acuerdo, lo que hace que sea incomprendido y rechazado. Sin embargo la familia es el grupo de mediación entre
el individuo, la comunidad y la sociedad a pesar de las grandes transformaciones
y cambios sociales son capaces para criar satisfactoriamente a sus hijos e
hijas.
Padres e hijos
de las familias homoparentales pueden estar expuestos a burlas, rechazo,
prejuicios, aislamiento, homofobia, y otras formas de violencia. Los factores
negativos que pueden estar inmersos en las violencias antes mencionadas pueden
propiciar a que existan dudas sobre la crianza de esos hijos, sus valores y
principios en su núcleo familiar. Incluso la confianza de socializar.
La orientación
sexual de los progenitores, no es un indicador que sirva para evaluar la
función educadora de los padres y madres; al igual que los principios
educativos parentales deben ser respetados desde un enfoque de derechos, ante
la condición sexual de los hijos e hijas. Padres e hijos de las familias
homoparentales, deben apropiarse de elementos protectores, que les permitan
crecerse, ante cualquier manifestación social potencialmente negativa, hacia
ellos. La comunicación asertiva en el núcleo familiar, el respeto, la no
violencia y la apropiación de información real y relevante sobre derechos de la
población LGBT.
Las personas
LGBTI 1 constituyen una parte de la población que sigue siendo la recepción de
múltiples violencias directas e indirectas, así como de una continua violación
a sus derechos. Es por ello que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas
(CEAV), dentro de su quehacer en atención y apoyo a víctimas de delitos o
violaciones a sus derechos, y con fundamento en la fracción XXXI artículo 88 de
la Ley General de Víctimas (LGV), se involucra en la elaboración de
diagnósticos sobre la situación de discriminación de las personas LGBTI en
México pues con este tipo de investigaciones se busca conocer cuáles son los
tipos de violaciones a derechos humanos, en específico en relación al derecho a
la salud, que enfrenta esta población.
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https://www.valenciaadicciones.es/lgbt-mas-propensas-a-las-adicciones/
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