6 de junio de 2013

Depresión en adictos


Depresión se remonta a un cuarto de siglo, siendo por lo tanto contemporáneo del advenimiento de la psicofarmacología, el cuadro patológico en su forma severa fue descrito desde la época grecorromana con el nombre de melancolía, ya en el siglo IV a.c. Hipócrates afirmaba que, desde el punto de vista médico, los problemas que hoy llamamos psiquiátricos estaban relacionados por, sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema, y que la melancolía era producida por la bilis negra. En los primeros siglos de nuestra era, Celsus hablaba de la manía y de la melancolía.
Soranos de Ephesus, en su descripción del cuadro clínico, señalaba como síntomas principales de la melancolía los siguientes; tristeza, deseos de morir, suspicacia acentuada, tendencia al llanto, irritabilidad , y en ocasiones jovialidad.
Ahora bien existe una diferencia entre el sentimiento de depresión, y la depresión como enfermedad primaria o secundaria. En el adicto en las primeras etapas de recuperación pueden existir todas estas manifestaciones simultáneamente. La depresión secundaria sin embargo cede cuando el adicto puede mantener su abstinencia y logra establecer una recuperación aceptable. Para poder ser considerado un doble diagnóstico la depresión debe ser primaria, o sea independiente del proceso de adicción o recuperación. De ser demostrable la condición de una depresión primaria coexistente con la adicción, el tratamiento adecuado de ambos desórdenes está indicado para lograr una adecuada calidad de recuperación y de vida, disminuyendo así la probabilidad de recaídas.