Identidad y adicciones
Un gran número de
drogadictos platican que las primeras experiencias que tuvieron con drogas como
cocaína, alcohol, y marihuana fueron diseñadas para ayudarlos a comunicarse
mejor con otros. De hecho, en pequeñas cantidades estas sustancias reducen las
inhibiciones y en ocasiones le permiten a la gente hacer algo para expresar los
sentimientos que a ellos generalmente les gustaría guardar para sí mismos. Sin
embargo, con un uso mayor de drogas, su efecto facilitador sobre la
comunicación interpersonal se pierde; la gente que está muy intoxicada por la
marihuana tiende a centrarse en sí mismo y se muestra somnolienta, y el ingerir
grandes dosis de cocaína y alcohol los puede volver muy agresivos y con un
juicio muy pobre.
Varias investigaciones han
demostrado que las personas que usan grandes cantidades de alcohol y drogas,
tienden a cultivar relaciones con otros drogadictos más fuertes. Estos
individuos quienes frecuentemente tienen un sentido muy pequeño de su propia
identidad, encuentran con el grupo de amigos con el que consumen droga un grado
de aceptación.
Bibliografía
Goffman, E. (2008). Estigma
e identidad social. En. Estigma. La identidad deteriorada (pp.13-23; 139-155;
175-183). Buenos Aires: Amorrortu
Actitudes
autodestructivas y adicciones.
Se han encontrado
características de personalidad similares en los adictos al alcohol y a la
cocaína, tales como dependencia, patrones agresivo-pasivo, manipulación. Sin
embargo los investigadores han encontrado que estos rasgos de personalidad que
alguna vez han descrito como parte de la “personalidad alcohólica “, tienden a
ocurrir como resultado de un largo tiempo de estar bebiendo, y no como una causa.
Otras características
comunes en los adictos a alguna droga son:
-Los drogadictos
generalmente mienten acerca del uso de la droga.-
-Los drogadictos
frecuentemente se rehúsan a asumir sus propias responsabilidades.
-Los adictos se dedican a
robarles a sus familiares, piden prestado, o se dedican a vender droga, e
incluso no le importa el valor sentimental de las cosas.
-Se vuelven paranóicos,
creen que los demás están en contra de ellos. Su paranoia va acompañada
frecuentemente de irritabilidad, impulsividad y reacciones explosivas.
Ansiedad
y adicciones.
Una hipótesis, que se
relaciona muy de cerca a la teoría de “la personalidad débil” del cocainómano,
es que algunas personas son adictas a las drogas como una forma de obtener un
alivio de los estados emocionales intolerables, particularmente la depresión, ansiedad y el coraje.
Acorde a esta hipótesis de la automedicación
de la cocaína, un individuo que está sufriendo de depresión puede tener la
cocaína para aliviar su bajo ánimo. En algunas instancias el uso inicial de la
cocaína para medicar estos sentimientos dolorosos es planeado conscientemente
por el adicto.
En otra instancia una
experiencia con la droga que provee un profundo sentido de alivio del trastorno
emocional. En tales casos la persona, puede desear repetir la experiencia
placentera hasta que se desarrolla un patrón
de uso de larga duración.
Amor
y adicciones
La mayoría de las personas alguna vez en su vida han
sentido que están enamoradas, sin embargo en muchas ocasiones ese enamoramiento
se vuelve una obsesión, una relación destructiva, y se transforma en algo muy diferente.
La relación amorosa adictiva,
requiere de una dependencia exclusiva y alienante de una persona, es decir, una
relación pasional. Aquí el romanticismo del enamoramiento súbito a la actitud
sacrificial, es altamente valorado por la literatura y las canciones populares.
La adicción es un refugio
frente a la incertidumbre angustiosa.
Las personas que desarrollan
una adicción al amor generalmente provienen de familias que no tienen a
capacidad de dar a sus hijos el afecto y aceptación que requieren, por ejemplo
cuando hay un padre alcohólico los hijos se desarrollan con padres ausentes
emocional o físicamente, hay otros casos en donde los padres son adictos al
trabajo y están tan ocupados que no logran satisfacer las necesidades
emocionales de sus hijos
Las esposas de los misoginos
están tan atemorizadas o resentidas con su pareja que descargan en sus hijos
todo el resentimiento que tienen contra el hombre que las maltrata por lo que a
su vez se convierten en madres frías, maltratadoras y distanciadas afectivamente
de sus hijos. Los hijos de madres solteras o los que fueron abandonados por sus
padres también son víctimas de esta privación afectiva. En general las mujeres
se ven más afectadas que los hombres en la privación afectada, provocada por el
padre ausente, ya que la necesidad de un padre cálido, tierno y afectuoso que proporcione seguridad y apoyo, es
fundamental para desarrollar el autoestima en la mujer. Hay padres que
sustituyen el amor por el dinero compensando en cosas materiales la falta de
tiempo y compañía para sus hijos que se ven privados de afecto, apoyo y
presencia en los años claves para su desarrollo emocional.
Bibliografía
ELIZONO Jose A. Los rostros
de la codependencia
Estrés
y adicciones
Una teoría sobre la
dependencia a la cocaína, es que frecuentemente se ha encontrado que los
cocainómanos sufren de estructura débil de personalidad, la que se caracteriza
por una incapacidad para desarrollar estrategias útiles para librarse del estrés.
Otras características de esta personalidad adictiva, incluyen la tendencia a
ser demandantes,……, manipuladores y agresivos-pasivos. Los adictos por lo
general son incapaces de tolerar la más mínima frustración y generalmente no
pueden entender ó empatizar con los sentimientos de otros.
El mayor problema de la
aceptación y validez de este concepto sobre la “personalidad adictiva”, es la
dificultad en determinar las causas de estas conductas, es más muchas de estas,
pueden ser el resultado de, más que la causa, del uso de las drogas.