15 de abril de 2013

Diferentes temas que te pueden interesar!!!


 Identidad y adicciones
Un gran número de drogadictos platican que las primeras experiencias que tuvieron con drogas como cocaína, alcohol, y marihuana fueron diseñadas para ayudarlos a comunicarse mejor con otros. De hecho, en pequeñas cantidades estas sustancias reducen las inhibiciones y en ocasiones le permiten a la gente hacer algo para expresar los sentimientos que a ellos generalmente les gustaría guardar para sí mismos. Sin embargo, con un uso mayor de drogas, su efecto facilitador sobre la comunicación interpersonal se pierde; la gente que está muy intoxicada por la marihuana tiende a centrarse en sí mismo y se muestra somnolienta, y el ingerir grandes dosis de cocaína y alcohol los puede volver muy agresivos y con un juicio muy pobre.
Varias investigaciones han demostrado que las personas que usan grandes cantidades de alcohol y drogas, tienden a cultivar relaciones con otros drogadictos más fuertes. Estos individuos quienes frecuentemente tienen un sentido muy pequeño de su propia identidad, encuentran con el grupo de amigos con el que consumen droga un grado de aceptación.


Bibliografía
Goffman, E. (2008). Estigma e identidad social. En. Estigma. La identidad deteriorada (pp.13-23; 139-155; 175-183). Buenos Aires: Amorrortu

Actitudes autodestructivas y adicciones. 
Se han encontrado características de personalidad similares en los adictos al alcohol y a la cocaína, tales como dependencia, patrones agresivo-pasivo, manipulación. Sin embargo los investigadores han encontrado que estos rasgos de personalidad que alguna vez han descrito como parte de la “personalidad alcohólica “, tienden a ocurrir como resultado de un largo tiempo de estar bebiendo, y no como una causa.
Otras características comunes en los adictos a alguna droga son:
-Los drogadictos generalmente mienten acerca del uso de la droga.-
-Los drogadictos frecuentemente se rehúsan a asumir sus propias responsabilidades.
-Los adictos se dedican a robarles a sus familiares, piden prestado, o se dedican a vender droga, e incluso no le importa el valor sentimental de las cosas.
-Se vuelven paranóicos, creen que los demás están en contra de ellos. Su paranoia va acompañada frecuentemente de irritabilidad, impulsividad y reacciones explosivas.



Ansiedad y adicciones.
Una hipótesis, que se relaciona muy de cerca a la teoría de “la personalidad débil” del cocainómano, es que algunas personas son adictas a las drogas como una forma de obtener un alivio de los estados emocionales intolerables, particularmente la depresión, ansiedad y el coraje.
 Acorde a esta hipótesis de la automedicación de la cocaína, un individuo que está sufriendo de depresión puede tener la cocaína para aliviar su bajo ánimo. En algunas instancias el uso inicial de la cocaína para medicar estos sentimientos dolorosos es planeado conscientemente por el adicto.
En otra instancia una experiencia con la droga que provee un profundo sentido de alivio del trastorno emocional. En tales casos la persona, puede desear repetir la experiencia placentera hasta que se desarrolla un patrón  de uso de larga duración.

Amor y adicciones
La mayoría de las personas alguna vez en su vida han sentido que están enamoradas, sin embargo en muchas ocasiones ese enamoramiento se vuelve una obsesión, una relación destructiva, y se transforma en algo muy diferente.
La relación amorosa adictiva, requiere de una dependencia exclusiva y alienante de una persona, es decir, una relación pasional. Aquí el romanticismo del enamoramiento súbito a la actitud sacrificial, es altamente valorado por la literatura y las canciones populares.
La adicción es un refugio frente a la incertidumbre angustiosa.
Las personas que desarrollan una adicción al amor generalmente provienen de familias que no tienen a capacidad de dar a sus hijos el afecto y aceptación que requieren, por ejemplo cuando hay un padre alcohólico los hijos se desarrollan con padres ausentes emocional o físicamente, hay otros casos en donde los padres son adictos al trabajo y están tan ocupados que no logran satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos
Las esposas de los misoginos están tan atemorizadas o resentidas con su pareja que descargan en sus hijos todo el resentimiento que tienen contra el hombre que las maltrata por lo que a su vez se convierten en madres frías, maltratadoras y distanciadas afectivamente de sus hijos. Los hijos de madres solteras o los que fueron abandonados por sus padres también son víctimas de esta privación afectiva. En general las mujeres se ven más afectadas que los hombres en la privación afectada, provocada por el padre ausente, ya que la necesidad de un padre cálido, tierno y afectuoso  que proporcione seguridad y apoyo, es fundamental para desarrollar el autoestima en la mujer. Hay padres que sustituyen el amor por el dinero compensando en cosas materiales la falta de tiempo y compañía para sus hijos que se ven privados de afecto, apoyo y presencia en los años claves para su desarrollo emocional.

Bibliografía

ELIZONO Jose A. Los rostros de la codependencia 


 Estrés y adicciones
Una teoría sobre la dependencia a la cocaína, es que frecuentemente se ha encontrado que los cocainómanos sufren de estructura débil de personalidad, la que se caracteriza por una incapacidad para desarrollar estrategias útiles para librarse del estrés. Otras características de esta personalidad adictiva, incluyen la tendencia a ser demandantes,……, manipuladores y agresivos-pasivos. Los adictos por lo general son incapaces de tolerar la más mínima frustración y generalmente no pueden entender ó empatizar con los sentimientos de otros.
El mayor problema de la aceptación y validez de este concepto sobre la “personalidad adictiva”, es la dificultad en determinar las causas de estas conductas, es más muchas de estas, pueden ser el resultado de, más que la causa, del uso de las drogas.

Mayor información al